Saltar al contenido

25 May, 2012

En la recta final del proceso electoral se comprueba que no fue posible vertebrar una unidad entre los candidatos y grupos que participan en las elecciones, desde una posición progresista, a  pesar de los múltiples esfuerzos realizados por organizaciones de izquierda y patrióticas,  sacerdotes, dirigentes sociales y comunitarios y personas independientes, que reclamaron que los candidatos de estas fuerzas se pusieran de acuerdo con un método para escoger una sola candidatura con un programa común.

Pesó más lo individual, grupal, el sectarismo y el vanguardismo, que el clamor del pueblo, que señala, que para enfrentar al imperio y sus partidos PLD, PRD, y la bisagra del PRSC, había que forjar una gran unidad, porque este gran poder no se puede enfrentar por separado, amén de continuar cosechando resultados pírricos y frustrantes.

Se realizaron todos los esfuerzos por alcanzar esa propuesta, y no se logró. No vamos a buscar cuál es el culpable, si el Frente o Alianza País, si Julián  Serrulle o Guillermo Moreno, lo que sí debemos proponernos es que los resultados, si no concuerdan con  las aspiraciones  y expectativas de cada candidato, no se conviertan en un  fardo de frustración, que impidan que podamos lanzarnos a la lucha por rescatar la patria  y nuestras riquezas y soberanía agredidas por potencias foráneas ante el servilismo de los gobernantes de turno, -PLD y Leonel Fernández- con anuencia de sus cómplices del PRD, que con el interés de que su claque continué en el poder o conquistarlo, ceden todo lo que el imperio y sus monopolios les exigen.

La participación electoral actual, debería tener como propósito ir acumulando fuerzas propias, forjando una opción real de poder, pero no olvidemos que una de las formas más efectivas es  acompañando al pueblo en su lucha, principalmente en la lucha política y social en defensa de nuestros  derechos civiles y la soberanía, enfrentando al gobierno, sus políticas demagógicas, corruptas, su ligazón con el narcotráfico y el lavado.

En estos meses de campaña el gobierno consideró que el pueblo estaba inmerso en el circo electoral y afianzó políticas y acuerdos con el imperio y sus monopolios, que después de las elecciones nos caerán como las 7 plagas de Egipto, y es ahí donde debemos responderle como pueblo organizado, no importa los resultados de las elecciones y en que organización hemos militado, ya que cualquiera de los dos candidatos que ganen ya sea del PRD o del PLD, aplicará sin compasión  los recortes neoliberales y la ejecución de los acuerdos antipatria.

No repliquemos el muro de los lamentos después del 20 de mayo. El escenario electoral está hecho a imagen y semejanza de los tres viejos partidos para evitar que puedan pasar fuerzas no tradicionales. Si no nos juntamos todos los patriotas, la república seguirá por el derrotero del gran capital nacional y extranjero.

Quizás para muchos resulte un disparate decir que debemos hacer énfasis en ponernos de acuerdo con la estrategia para lograr la UNIDAD, porque hasta que no la alcancemos, no  podremos convertirnos  en real opción de poder, capaz de  arrebatarles el mando político a las fuerzas de la reacción y el imperialismo; por lo que insistimos en que debemos  salir del proceso electoral sin frustración y dispuestos a continuar la lucha con más fe en el porvenir.

Divididos no podremos alcanzar los ideales de nuestros héroes y mártires, es la unidad del pueblo, junto y movilizado, lo que garantizará  acumular fuerzas políticas propias, hacia la toma del poder político y las transformaciones que demanda la sociedad dominicana.

El 20 de mayo ya pasó para las fuerzas de izquierda y progresistas, preparémonos en unidad y con tiempo para no llegar tarde al gran escenario de luchas a desarrollar después de las elecciones.

La izquierda repite la historia, comedia o tragedia

Por:  Iván Rodríguez – Secretario General de AR

No comments yet

Deja un comentario